“Integrada” es un término
que suele sonar demasiado técnico aunque, si lo pensamos bien, ya debería resultarnos familiar porque lo hemos estado experimentando en nuestros coches desde hace muchos años. Y si no, mira los
siguientes ejemplos:
- Al abrir el coche con un telemando, por
supuesto esperamos que se encienda la luz del habitáculo y (de forma integrada…) las luces para que lo podamos localizar con facilidad en un parking, si no recordamos la localización exacta de
nuestro coche.
- Las ventanillas se suben o bajan con un
solo “click” y, al cerrar el vehículo, (de forma integrada…) se cierran si se han olvidado abiertas.
- El coche nos avisa en el salpicadero (de
forma integrada…) de si nos hemos olvidado ponernos el cinturón, si hemos pinchado una rueda, si nos salimos de carril, si nos hemos acercado peligrosamente a una columna del garaje, si hay peligro
de hielo en la calzada…
- Con un control de velocidad, funcionan
(de forma integrada) el acelerador y el cambio de marcha, para mantener la velocidad deseada en todo momento. Asimismo, basta tocar el pedal del freno (también integrado en esta función) para que se
desactive este control automático de la velocidad. También el sistema de audio integrado en el vehículo subirá o bajará el volumen, adaptándose a la velocidad a la que circulamos y, por tanto, al
ruido ambiente.
- Un climatizador bi-zona ajusta la
potencia del ventilador y de la calefacción/aire acondicionado (de forma integrada…), en función de la temperatura requerida….
La lista es tan inmensa como las
posibilidades que da la integración de todos los sistemas de que dispone un coche, pero… ¿y en vivienda?.
Casi sin darnos cuenta,
también en nuestras viviendas desde hace unos años convivimos cada vez más con instalaciones y automatismos que, poco a poco, vamos viendo como habituales:
- Ventanas y persianas
eléctricas.
- Reguladores de intensidad de
luz.
- Cronotermostatos digitales, para el
control de la calefacción y/o el aire acondicionado.
- Toldos que se recogen de forma automática
para prevenir roturas por el viento.
- Detectores de incendios o gases que
cortan el suministro para evitar accidentes, y un largo etcétera.
- Calefacciones que se encienden desde un
SMS.
Sin embargo, estas instalaciones se han
ejecutado de forma aislada, lo que ha supuesto la existencia de controles duplicados, telemandos, etc. ¿Por qué no integrarlas?.
Exacto, ahí es donde interviene la
domótica, que es capaz de coger todos esos dispositivos y hacerlos funcionar … "de forma integrada" para conseguir una vivienda cómoda, segura, y respetuosa con el medio ambiente.
Así, por ejemplo, una alarma de incendios
usaría de forma integrada los diferentes automatismos:
- Detector de incendios: avisa a la
instalación de la presencia de incendios.
- Central de alarmas: activa una sirena
interior para avisar al usuario.
- Pasarela GSM: manda un SMS al usuario,
avisando de la zona de la vivienda donde está el incendio.
- Pantallas: Informan al usuario de la zona
de la alarma.
- Central de alarmas: avisa a una Central
Receptora de Alarmas para que pueda llamar a los Bomberos.
- Electroválvula de Gas: Corta
automáticamente el suministro de gas a la vivienda para evitar posibles explosiones.
- Persianas/Ventanas eléctricas: Se cierran
automáticamente para evitar avivar las llamas.
¿Ciencia
ficción?, ¿Realidad? Es tan sólo una pequeña muestra de las
funciones que puedes encontrar si vienes a disfrutar de tus vacaciones en este apartamento de alquiler.