Zahara de los Atunes, localidad en que se encuentra este apartamento de alquiler, está a tan sólo 13 Km. de las costas africanas, a 40 Km. de Tarifa y a 70 Km. de la capital, Cádiz.

Un paseo por sus callejuelas blancas permite disfrutar de los distintos rincones de este pequeño pueblo de pescadores, que cuenta con una de las playas más bonitas de la Costa de la luz. Por su proximidad a África, muchas noches, desde la playa, se pueden divisar las lucecitas al otro lado del continente, sorprendiendo su cercanía. También se disfruta de una imponente vista de los acantilados de la vecina localidad de Barbate.

Zahara, donde se practica el arte pesquero de “La Almadraba” - una de las artes prerromanas para la captura del Atún con más de tres mil años de antigüedad - ofrece unas de las mejores playas de toda la costa española para disfrutar del mar y de sus espectaculares puestas del sol. 

Conociendo el extrovertido carácter andaluz, no es de extrañar que la palabra “cachondeo”, de tan popular uso en la lengua castellana, tenga su origen en Zahara, y más concretamente en el río Cachón, que surca la población, en cuyas orillas los almadraberos (pescadores de la almadraba) organizaban sus fiestas, con tal "alegría" que dieron origen a la conocida expresión.

Te invitamos a que veas este vídeo con interesantes imágenes sobre la Levantá del Atún de Almadraba.

En cuanto a las playas de Zahara, cabe destacar, la Playa de Atlanterra, la Playa de los Alemanes, presidida por el faro de Camarinal, la Playa de Arroyo Cañuelo y la del propio pueblo de Zahara, llamada Playa del Carmen. La playa de Atlanterra (de unos 5 km.) donde está situado este apartamento de alquiler, y que es la continuación natural de la playa de Zahara, nunca llega a saturarse por su enorme amplitud. La primavera y el otoño son también épocas ideales para disfrutarla, al estar prácticamente desierta.
Tanto la playa de Zahara pueblo como la de Atlanterra, son fabulosas para practicar deportes acuáticos y especialmente el windsurf y el submarinismo.



Zahara de los Atunes aún se mantiene casi virgen, conservando un encanto salvaje, que hace que sus playas sean un destino ideal.

Su vida nocturna durante la temporada alta es muy divertida, pudiendo disfrutar de la buena temperatura y de la música en directo, tomando un mojito junto a la playa en alguna de las terrazas próximas al apartamento, o visitando los tenderetes de artesanía dentro del Palacio de las Pilas. El Castillo fue residencia de los Duques de Medina Sidonia, y allí fue donde Cervantes estuvo residiendo mientras escribió "La Ilustre Fregona".

Dentro de su recinto amurallado se organiza cada verano, de junio a septiembre, un mercadillo donde encontrarás objetos de artesanía, abalorios, complementos, sandalias, bolsos, ropa, etc. y, también en muchas ocasiones, todo ello amenizado con actuaciones en directo en el mismo lugar.

Otro monumento a visitar es la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, centro de todas las actividades religiosas del pueblo. Es también obra de los Duques de Medina Sidonia. Tiene su origen entre los siglos XV y XVI, cuando el más importante de los saladeros del Castillo de las Almadrabas fue transformado por los duques en esta bonita iglesia, que finalmente fue cedida al pueblo.

Te invitamos a visitarla en este vídeo.

No se puede dejar de probar el atún de almadraba cocinado de variadas formas, o los platos hechos a base de su famosa ternera de retinto, en cualquiera de los restaurantes de calidad con que cuenta la localidad.

Cada año se organiza la "Ruta del Atún" (en el mes de mayo), en la que numerosos  bares de Zahara concursan, elaborando imaginativas tapas a base de dicho pescado.

Igualmente, a finales de septiembre o principios de octubre, se viene celebrando la "Ruta del Retinto", elaborando las tapas a base de la famosa ternera de la zona.

Es muy divertido concursar y tener la oportunidad de probar estupendas tapas a un módico precio, recorriendo los distintos bares de la localidad.

Hay un pequeño bunker de la guerra civil, que se encuentra situado en las estribaciones del Cabo de Plata, actuando como límite entre la playa de Atlanterra y la playa de los alemanes. Se puede llegar andando desde la playa del apartamento en un paseo de unos 20 minutos. Todavía, posee una antigua pasarela de hormigón que lo une con la costa; estaba artillado con armas pesadas y semiligeras.

Era utilizado como vigía y defensa ante una posible invasión por mar. Hoy sólo lo habitan cangrejos y gaviotas...

A pocos metros de la orilla de la playa del pueblo de Zahara se encuentra un barco de vapor hundido. Cuando baja la marea se puede ver gran parte de su caldera sobresaliendo del mar. Se considera toda una seña de identidad de la localidad, motivo por el que no se plantean la posibilidad de retirarlo de allí, aunque por motivos de seguridad está prohibido aproximarse. Aquí va su historia:

Sobre la una de la tarde del martes, 12 de diciembre de 1.893 encalló en la playa de Zahara el vapor británico Gladiator, con matrícula de Glasgow, cargado con 600 cajas de azúcar. Procedía de Gibraltar y su destino final era Liverpool. El barco había tocado fondo en las proximidades de Tarifa, abriéndose a consecuencia del choque una gran vía de agua en su interior. El barco embarrancó en la playa de Zahara y se partió completamente esa madrugada, aunque antes se pudo salvar la tripulación en botes salvavidas, además de la documentación del barco y los equipajes. No hubo que lamentar desgracias personales, aunque no se pudo salvar nada del cargamento. Al día siguiente, el capitán del vapor, David Kin, así como los diecisiete miembros de la tripulación fueron trasladados desde Zahara al puerto de Cádiz en dos carruajes, donde embarcaron con destino a Liverpool. Todos los intentos posteriores por reflotar el barco resultaron infructuosos, encallado ya para siempre en las doradas arenas de Zahara.

Varios años después, el jueves 13 de febrero de 1.902, también naufragó en Zahara otro vapor, el Gibralfaro, pero esta vez en la playa de Atlanterra. Iba cargado de cemento y encalló en un banco de arena. Tenía matrícula de Bilbao y su capitán era don Matías Carmona. El siniestro tuvo lugar por la fuerza del temporal, salvándose todos los pasajeros.

El Gibralfaro finalmente pudo ser parcialmente salvado, aunque aún permanecen algunos restos del casco sumergido bajo la arena de la playa de Atlanterra.

La milla náutica es una curiosa construcción de las que no existen muchas en la geografía española (El Ferrol, Vigo, Rota-Chipiona, Cartagena, Valencia y Zahara de los Atunes).

Consiste básicamente en dos marcas en tierra visibles: dos pares de obeliscos o torres de piedra pintada de blanco, situadas en tramos de costa limpios de piedras, y rectos.

La distancia entre marcas es de 1,2 millas náuticas (tengamos presente que cada milla náutica equivale a 1.852 metros), de manera que resultaba ser un emplazamiento perfecto para calcular la velocidad punta de las embarcaciones.



En Zahara, una de ellas se encuentra en la zona de la playa cercana al pueblo, y la otra al final de la playa de Atlanterra, a los pies de la montaña y a un paso de la playa de los alemanes.

Ya en desuso, en la actualidad, las “torres” ahora son sólo un vestigio, que podemos contemplar como una curiosidad de otros tiempos. 

Nació en Zahara de los Atunes el 5 de marzo de 1.948 y debutó en Barbate en agosto de 1.962. 

Paquirri marcó un hito en la historia del toreo español. Su nombre ya había quedado en los anales de la Fiesta Nacional, incluso mucho antes de que un astado le llevara a la tumba.

"Avispado" le cogía mortalmente el 26 de setiembre de 1.984, en la Plaza de Toros de Pozoblanco. Con Paquirri nació una leyenda. 

Hoy Zahara es tierra de retiro de numerosísimos famosos españoles (cantantes, actores, etc.) a los que no es raro ver en estas playas, y que en su mayoría tienen fantásticos chalets en la zona.

Cerca de Zahara, en la localidad de Caños de Meca, en el Cabo de Trafalgar, se sitúa el faro de la imagen, que lleva su mismo nombre. Allí tuvo lugar la batalla naval más cruenta y decisiva de las Guerras Napoleónicas.

Fue en ese lugar donde el comandante Horacio Nelson, al frente de la armada británica, derrotó al precio de su propia vida a la flota franco-española, mucho más numerosa pero peor dirigida por el almirante francés Villeneuve. Todo esto ante la desesperación de Federico Gravina (Capitán General de la Real Armada Española) que, por razones políticas, fue puesto a las órdenes del almirante francés a pesar de su mejor preparación y capacidad estratega.

La crudeza de la batalla hizo que incluso una semana después de la misma aún se recogieran náufragos y cadáveres en la costa y entre los acantilados, así como restos de los navíos que habían participado en la contienda.

Esto supuso, muy a pesar de Napoleón, que los ingleses se escaparan a sus ansias imperialistas al destruir su flota (y de paso la española también) y dejando a los ingleses como amos y señores del mar a principios del siglo XIX (1805)



No es de extrañar que la Columna de Nelson con sus 52 metros de altura ocupe un lugar de privilegio en la famosa plaza "Trafalgar Square", ideada en 1829 y que hoy se ha convertido de hecho en el kilómetro cero de Londres, no muy lejos del Big-Ben que mantiene vivo con sus latidos el espíritu colonialista británico.

Construido en los astilleros de la Habana y botado en 1769, el "Santísima Trinidad", era el navío insignia de la flota española en esta batalla, y el más grande de su época.

Tras la dura lucha fue capturado por los ingleses en muy malas condiciones, con más de 200 muertos y 100 heridos.

Los ingleses trataron a todo trance de llevárselo a Gibraltar como trofeo, pero finalmente se hundía sin remedio el 24 de octubre frente a estas costas. Según los datos de las últimas investigaciones que se han hecho, podría estar hundido enfrente de la playa entre Zahara y Barbate.

Se encuentra muy cerca de localidades como Barbate (con sus pinares, playas y marismas), la playa de Los Caños de Meca, a los pies del faro de Trafalgar, Vejer de la Frontera (pueblo medieval que corona una colina con fabulosas vistas) o Conil con sus fantásticas playas.

El Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate ofrece variados paisajes de enorme belleza y un equilibrado conjunto de ecosistemas que conviven en armonía.

En dirección sur, hacia Gibraltar, se encuentra Tarifa, cercada de murallas con torres almenadas, donde se puede visitar el Castillo de Guzmán el Bueno y pasear por las callejuelas de su casco viejo. Destino muy atractivo para los practicantes del windsurf y el katesurf.

Encontrarás grandes playas de calidad en el entorno, algunas prácticamente vírgenes, y todas con un ambiente tranquilo y familiar.

Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural del Estrecho, que se extiende desde la Ensenada de Getares (Algeciras) hasta el Cabo de Gracia (Tarifa), ofrece una riqueza natural de gran singularidad.

Las costas del parque están bañadas por dos mares, en el este por el Mar Mediterráneo y en el oeste por el Océano Atlántico. 

El Parque alberga una biodiversidad excepcional de extraordinario interés: acantilados, playas, faros con preciosas vistas del mar en el litoral; y hacia el interior la campiña, con multitud de senderos que recorrer a lo largo de buena parte de su extensión.

Ofrece una variada vegetación típica de la zona, además de una gran riqueza ornitológica, que se multiplica con el paso de las aves migratorias, un espectáculo del que se puede disfrutar en la red de observatorios del Parque en distintas épocas del año.

Tampoco hay que dejar de visitar las ruinas de la antigua ciudad romana de "Baelo Claudia", en maravilloso estado de conservación en la localidad de Bolonia (entre Zahara y Tarifa). Allí podemos encontrar la muralla, una plaza pública o foro, el Capitolio, el Palacio de Justicia, el Senado y el Mercado, además de las termas de la ciudad, acueductos y el magnífico Teatro, en su zona más alta. 

Estas antiguas ruinas parecen haber pasado ya a formar parte de su entorno natural, como un capricho rocoso, a los umbrales de su paradisiaca playa, una de nuestras favoritas.

La acción continuada del viento de levante contra la ensenada de Bolonia, ha dado lugar a la creación de una enorme duna de más de 30 m. de altura, que se extiende tierra adentro más de 200 metros, resultando una de las curiosidades de esta playa. El pino y el sotobosque ayudan a fijar la arena.

La playa de Bolonia ofrece 3 km. de arena y mar. Se puede pasear hasta lo alto de la duna para observar una hermosa panorámica de la zona, e incluso de la silueta africana, si el día está claro.

Alrededor de la playa varios restaurantes ofrecen una excelente selección de carnes y pescados de la costa gaditana con los que recuperar fuerzas.

Zahara también se encuentra a pocos kilómetros de la famosa “Ruta de los Pueblos Blancos”, conjunto de localidades entre las provincias de Cádiz y Málaga, que parecen escalar entre las montañas como racimos de casas blancas, ofreciendo una visión original y pintoresca de esta zona.

Su nombre proviene de la antigua costumbre de los habitantes de encalar las fachadas de sus casas, adornándolas con macetas de flores de vivos colores, creando un espectáculo de color para la vista, al que se une el dorado del sol, el marrón de la montaña, el verde de la serranía y el azul del cielo.

Puedes cambiar de continente para acercarte a Tánger y Ceuta, tomando el ferry que parte desde Algeciras o Tarifa, para pasear y hacer compras en estos interesantes destinos. Hay excursiones organizadas en el día.

También puedes avistar cetáceos en el Estrecho de Gibraltar, apuntarte a las visitas guiadas por las bodegas más importantes de la zona (Jerez, El Puerto de Santa María, Sanlúcar o Chiclana) o realizar multitud de actividades como pesca, windsurf, buceo o snorkel, vela o salidas en barco, senderismo, paseos a caballo o en bicicleta, parapente o golf. Incluso los más atrevidos, podrán darse un paseo en helicóptero o en globo.

Encontrarás gente abierta y simpática por todas partes. Sin duda, este apartamento de alquiler en Zahara de los Atunes es un magnífico destino para pasar unas bonitas e inolvidables vacaciones.